Queridos Reyes Magos...

Hoy, de nuevo marcados por el calendario de las tradiciones reposteras, os traemos nuestro primer intento de Roscón de Reyes.

 

 

 

Hemos seguido al pie de la letra la receta del blog Directo al paladar (la puedes ver aquí) y el resultado ha sido mucho mejor de lo esperado. Los comensales así lo confirmaron, la verdad es que estaba delicioso. Super esponjoso y en su punto.

 

En mi escasa experiencia, destacar dos puntos importantes a tener en cuenta para el resultado deseado:

 

1. Temperatura y tiempo de las fermentaciones. Hay que tener paciencia y darle el tiempo y la temperatura necesarias a la masa para doblar el tamaño en cada etapa. En nuestro caso, y como somos gente de recursos (aunque en este caso no muy eficientes), hemos conseguido unos 30-33ºC constantes en el cuarto de la lavadora gracias a la acción continua de la secadora, que genera un ambiente calentito idoneo para que nuestras amigas las levaduras sean super felices y nos den todo lo que nos tienen que dar. La próxima vez lo que haremos será hacerlo en Agosto, a temperatura ambiente :-)

 

2. Tiempo de horneado: horneamos dos roscones con una diferencia escasa de 2-3 minutos de tiempo de horneado total entre ellos, y había diferencias significativas en el resultado final. El más dorado estaba un pelín más seco. Consejo: quedarse un poco "corto" en el tiempo de horneado e ir chequeando con cuidado cuando alcance el punto justo de dorado.

 

Nos han salido dos roscones de aprox. 1/2 kg cada uno, y los hemos consumido en tres versiones, que hemos tuneado justo antes de servir:

 

• Versión plain: tradicional y clásica. La mejor para mi gusto.
• Versión chocolateada: Simplemente decorando con chocolate negro.
• Versión relleno: roscón relleno de crema pastelera.

Os invito a probar...aunque nos toque esperar toooodo un año :-)